Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, como podrán imaginar, si estoy escribiendo y "moviendo" el blog es porque otra vez formo parte de esos millones de personas que ahora mismo no tienen trabajo. Por otro lado, me alegra enormemente volver a tener un ratito para sentarme delante del ordenador y hacer las cosas que me gustan, entre ellas escribir aquí. Además, parece mentira, pero ahora aprovecho y valoro más el tiempo del que ahora dispongo. También hay preocupaciones, cómo no, pero respiramos hondo y buscamos la solución con tranquilidad. Tengo la suerte de tener a mi lado un compañero que tiene trabajo estable (¡Y que dure!), y aunque tendremos que apretarnos el cinturón, disfruto más de todo lo que me rodea. ¡Fuera penas que llega la lasaña! La lasaña, como todo, tiene tantas variantes como personas se ponen a hacerla. Esta es mi manera, y de verdad, queda sabrosísima. En principio la carne la iba a utilizar para hacer albóndigas, pero malditas las ganas que tenía ...